jueves, 23 de junio de 2016

¡Pobre Guinea!

Por Francisco Elá Abeme

No es necesario tener especiales premoniciones para pronosticar nuestro futuro. Mis vaticinios, fruto de conocer el percal, se irán cumpliendo de forma inexorable. El primer paso era consagrar la coronación de la República. El heredero ha sido puesto en suerte. No más circunloquios. Vicepresidente.

Según esto, compatriotas, el tenebroso horizonte dos mil veinte promete. Podemos frotarnos las manos.
     
A partir de ahora, y en adelante, la misión del adjunto será mantener el "status quo". O sea, conservar el refugio, para engordar la inmunidad. Con tantos asuntos jurídicos, los asuntos de estado pasan a un segundo plano.
     
Pero como siempre hay quienes se prestan a las vanas elucubraciones mentales, y en toda política, también en la guineana, cabe elucubrar, antes de que me manden al cadalso, elucubremos:
     
Vamos a concederle al niño el beneficio de la duda. Igual nos sorprende, para imprimir carácter a la " nueva situación", convocando un verdadero diálogo nacional, frenando la orgía de la inutilidad, fomentando el respeto al adversario, eliminando la corte de aduladores, reduciendo el número de ministros inútiles, trabajando para recuperar la dignidad nacional, potenciando la sanidad y la educación y redoblando los esfuerzos para alcanzar el bienestar de nuestros Pueblos.
     
Ahora bien, los que seguimos convencidos, la verdad no sé porqué, que el olmo no da peras, lo menos que podemos hacer, mientras oteámos el nuboso horizonte, es conservar los frentes, moviendo la rodilla, por si el niño arroja la jabalina.
     
La cosa es muy clara: nuestros Pueblos, después de cuarenta y siete años de angustiosa espera, exigen un cambio profundo de talante y talentos.

Y esta exigencia no admite demoras. Nuestros Pueblos entienden que, aunque la historia de los pueblos se suele contar por centurias, perder cuarenta y siete años, en los tiempos que corren, es retroceder cien años de historia.
     
Nuestros Pueblos tienen la convicción de que han perdido el tren de la historia. Quizás, por eso, no están para juegos de Trono.

No hay comentarios:

Publicar un comentario